Alojarse en KLOOS98 es una experiencia rural. La casa blanca está rodeada de bosques y prados, a 2,5 km del mar. Se accede a la casa por la parte delantera, al entrar en el camino de entrada desde Kloosterweg. Aquí hay espacio suficiente para aparcar el coche o las bicicletas. Inmediatamente te das cuenta de lo verde que es aquí. Árboles viejos, un huerto y un búnker cubierto de maleza contribuyen a la sensación de frondosidad rural. Los huéspedes pueden sentarse en el jardín de cada habitación. Las habitaciones son luminosas y cuentan con suelos de madera y techos con vigas. Todas las ventanas y puertas exteriores tienen doble acristalamiento y persianas opacas. El cuarto de baño privado es accesible desde las habitaciones. Aquí encontrará una moderna ducha a ras de suelo, un mueble de lavabo y un inodoro colgante. La habitación 1 da a una terraza exterior de madera. La habitación2 se puede ampliar con una habitación extra, con coste adicional. Tenemos tres gatos y cuatro gallinas.